INTRODUCCIÓN:
La fiebre aftosa se
caracteriza por fiebre y úlceras en forma de ampollas en la lengua y labios, en
la boca, en las ubres y entre las pezuñas. Ocasiona graves pérdidas de
producción y aunque la mayoría de animales afectados se recupera, la enfermedad
a menudo los deja debilitados.
En una población
susceptible, la morbilidad es de casi un 100%, siendo los animales de cría
intensiva más susceptibles que las razas tradicionales. La enfermedad es rara
vez fatal en los animales adultos, pero la mortalidad entre los animales
jóvenes suele ser alta debido a la miocarditis o a la falta de amamantamiento
si la madre está afectada por la enfermedad.
DESARROLLO:
¿Dónde existe
la enfermedad?
La fiebre aftosa es
endémica en varias partes de Asia y en gran parte de África y Oriente Medio. En
Sudamérica, la mayoría de los países han aplicado la zonificación y son
reconocidos libres de fiebre aftosa con o sin vacunación, y la enfermedad
sigue siendo endémica solamente en unos pocos países. Australia, Nueva Zelanda
e Indonesia, Centro-américa y Norteamérica y Europa Occidental están
actualmente libres de fiebre aftosa. Sin embargo, la enfermedad puede ocurrir
esporádicamente en áreas típicamente libres.
¿Cómo se
transmite y propaga la fiebre aftosa?
v
Introducción de nuevos animales portadores del
virus (saliva, leche, semen, etc.) que pueden contagiar a un rebaño.
v
Corrales, edificios o vehículos contaminados
utilizados para la estabulación y desplazamiento de animales susceptibles.
v
Materiales contaminados tales como paja,
piensos, agua, leche o productos biológicos.
v
Prendas o calzado contaminados de las personas,
o equipos usados contaminados;
v
Carne o productos animales infectados con el
virus, crudos o insuficientemente cocidos, y utilizados en la alimentación de
animales susceptibles.
v
Dispersión en aerosol del virus de una propiedad
infectada vía las corrientes de aire.
¿Qué riesgos implica para
la salud pública?
La fiebre aftosa no
es transmisible a los humanos.
¿Cuáles son los
signos clínicos de la fiebre aftosa?
El signo clínico
característico es la aparición de ampollas (o vesículas) en la nariz, lengua,
labios, cavidad oral, entre los dedos, encima de las pezuñas, ubres y puntos de
presión en la piel. Las ampollas reventadas pueden ocasionar cojera extrema y
desgana para moverse o inapetencia. Las ampollas abiertas también pueden dar
lugar a infecciones bacterianas secundarias. Otros síntomas observados con
frecuencia son fiebre, depresión, hipersalivación, pérdida de apetito y de
peso, caída de la producción de leche.
¿Cómo prevenir
o controlar la enfermedad?
Es esencial que los
propietarios y productores pecuarios mantengan prácticas eficaces de
bioseguridad para prevenir la introducción o propagación del virus.
Las medidas
recomendadas en las explotaciones comprenden:
v
Control del acceso de las personas y equipos al
rebaño.
v
Control de la introducción de nuevos animales en
un rebaño existente.
v
Mantenimiento de la higiene de corrales,
edificios, vehículos y equipos utilizados para el rebaño.
v
Seguimiento y control y notificación de la
enfermedad–eliminación adecuada del estiércol y de las canales.
¿Cómo se
diagnostica la enfermedad?
Las sospechas de la
enfermedad pueden basarse en los signos clínicos y se confirmarán por medio de
las pruebas de laboratorio prescritas (Código Sanitario para los Animales
Terrestres de la OIE y Manual de Pruebas de Diagnóstico y Vacunas para los
Animales Terrestres de la OIE).
https://www.oie.int/doc/ged/D13996.PDF
CONCLUSIÓN
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